Una de las tareas del hogar que se debe realizar de forma periódica es la limpieza de persianas. Es uno de los elementos de nuestra casa que más se ensucian debido a que están expuestas a la calle y, por ello, se llenan de polvo, polen y otras sustancias con mucha facilidad.
¿Sabes qué productos son los más adecuados para dejarlas como nuevas? ¿Se limpian igual las ventanas por dentro que por fuera? A continuación te damos toda la información que necesitas para saber cómo debes limpiar correctamente las persianas de tu vivienda.
Hay que reconocer que la limpieza de persianas es una de las tareas del hogar de las que menos nos acordamos. Sin embargo, al dar al exterior hay que mantenerlas en buen estado con asiduidad y además, pueden hacer que entre más suciedad en el interior de nuestro hogar si no las limpiamos correctamente.
En cuanto al tipo de utensilios que necesitas para limpiar las persianas, tanto por dentro como por fuera, debes usar trapos de algodón o bayetas de gamuza. Y con respecto a los productos más efectivos para quitar la suciedad de las persianas, lo más recomendable es usar agua, amoniaco y jabón de lavavajillas. Para viviendas con mucho tráfico o árboles cerca, puedes eliminar la suciedad más difícil con un desengrasante.
Si cuentas con un aspirador o una vaporeta, son dos pequeños electrodomésticos que te vendrán muy bien para que sea más efectiva la limpieza. Lo ideal es empezar usándolos para quitar el polvo superficial y después utilizar el resto de productos para quitar la suciedad incrustada.
La limpieza de persianas por fuera puede ser complicada si no puedes acceder bien a ellas. Por ejemplo, algunas viviendas cuentan con ventanas que dan a un balcón o terraza y por lo tanto se pueden limpiar cómodamente desde ellos. El problema está cuando vives en un edificio sin acceso a las ventanas por fuera y es más complicado limpiar las persianas con tranquilidad.
Cuando no tienes acceso a la parte externa, lo mejor es abrir la tapa donde se enrolla la persiana e ir limpiándola por ahí. Es un trabajo más tedioso, ya que hay que ir poco a poco, pero podrás hacerlo con seguridad y evitando complicaciones.
Si cuentas con aspirador o vaporeta, empieza pasándolos por la persiana para eliminar toda la suciedad superficial que no ha quedado adherida al material. Si las puedes limpiar cómodamente desde tu terraza, para las zonas más altas quizá te resulte complicado de acceder, pero gracias al brazo que tienen estos electrodomésticos, puedes llegar más lejos fácilmente. Otra opción es usar un cepillo de cerdas suaves o una pequeña brocha para quitar el polvo adherido antes de pasar la bayeta.
Después pasa un trapo humedecido con agua, lavavajillas, amoniaco o desengrasante y acuérdate de secarlo a continuación para que permanezcan limpias por más tiempo. También es importante que siempre hagas esta tarea de arriba hacia abajo para que la suciedad vaya cayendo y solo tengas que limpiarlas una vez.
Para la limpieza de persianas por dentro debes tener en cuenta el material del que están hechas para no estropearlo. Por ejemplo, si las persianas son de madera se debe usar un producto específico para ella y después secarlo con un trapo suave y seco, ya que si no es muy fácil que se dañe y se queden manchas.
Si las persianas son de PVC o de plástico, puedes utilizar agua, amoniaco y jabón de lavavajillas para quitar fácilmente la suciedad. En zonas donde hay mucho tránsito de coches, puedes emplear un desengrasante para que la suciedad sea más sencilla de eliminar. En el caso de que las persianas sean metálicas, aspirándolas y pasando un trapo con alcohol, es como mejor resultado vas a obtener.