¿Cómo desinfectar la casa de un paciente con COVID?

Miles de personas han sido contagiadas de COVID desde que en el mes de marzo llegó la pandemia a nuestro país. Para que los miembros del hogar puedan estar a salvo del virus, es necesario que se desinfecten diferentes zonas de la casa con frecuencia y con productos que puedan combatir al Coronavirus.

Medidas para convivir con un paciente con COVID

Una vez que un miembro de la familia es diagnosticado de COVID, las demás personas que convivan con él tendrán que tomar todas las precauciones posibles para no contagiarse. Una de las medidas que deben tomar para garantizar la convivencia con seguridad es que el paciente haga uso exclusivo de ciertos elementos del hogar.Lo ideal es que la persona contagiada pueda dormir solo, de esta forma, las sábanas solo las utilizará él. También es recomendable que disponga de un aseo para usarlo solo él, pero en caso de compartirlo, habrá que poner una toalla de manos solamente para él en el cuarto de baño. Si el aseo dispone de un extractor, cada vez que el paciente lo esté usando, es recomendable que esté activado.

Cuando las sábanas, mantas, toallas y ropa que el paciente use tengan que ser lavadas, las debe meter en una bolsa, cerrada herméticamente, hasta que se lleve hasta la lavadora. Por supuesto, el ciclo de lavado debe ser exclusivamente con prendas de la persona contagiada y en un programa de 60 o 90 grados.

Una forma segura de que el paciente pueda comer y evitar contagios es que utilice platos y cubiertos desechables. Pero en caso de usar la vajilla y cubertería habituales, hay que lavarlos en el lavavajillas a un programa de 60 grados o hacerlo a mano con jabón y agua muy, muy caliente.

Recomendaciones de limpieza si vives con un paciente con COVID

La limpieza debe ser diaria, y en aquellas zonas de la casa en las que el paciente entre así como cualquier superficie que toque, deben desinfectarse cada vez. Por ejemplo, los pomos de las puertas, interruptores, grifos, el inodoro… Hay que utilizar trapos de limpieza desechables o, si se van a reutilizar, limpiar tras su uso con agua a más de 60 grados.

Es preferible que haya una sola persona que se dedique a las tareas de la limpieza y que, cuando las vaya a llevar a cabo, se proteja correctamente. Para eso, deberá utilizar guantes y mascarilla, y al quitarse los elementos de protección, lavarse las manos con abundante agua y jabón (o, en su defecto, gel desinfectante).

Es importante ventilar todo el tiempo que sea posible, tanto cuando se realizan las tareas de limpieza (para evitar los fuertes olores) como cuando el paciente se mueva por la casa. El lavado de manos frecuente también ayudará a evitar contagios, especialmente antes de tocarse la cara, cocinar o estar tocando algún elemento común a toda la familia (el mando de la TV, el ordenador, el teléfono, etc.).

Desinfección de superficies

Para desinfectar las diferentes superficies de la casa hay que tener en cuenta el material del que está hecho, así como si se trata de un objeto que requiere especial cuidado. Por ejemplo, para el teléfono u ordenador, al ser comunes para todos los miembros, deben desinfectarse con productos que contengan alcohol (mínimo del 70%). Siempre que sea posible, puedes proteger este tipo de elementos con una funda que se pueda limpiar con mayor facilidad.

Otros elementos, como el suelo, deben ser fregados con lejía siempre que el material lo permita. Deberá fregarse cada vez que el paciente se mueva por la vivienda, aunque como hemos dicho, lo más indicado es que la persona contagiada se mantenga aislada en una habitación de la casa. Para cuidarle durante la enfermedad, será necesario proporcionarle pañuelos desechables, bolsas de basura y productos de higiene y limpieza para que pueda desinfectarse las manos o los elementos que vayan a salir de su habitación.

Para asegurarte de que estás utilizando correctamente el producto, es importante leer previamente las instrucciones del fabricante y dejarlo actuar el tiempo necesario para que pueda hacer efecto sobre el virus. Nunca hay que volver a tocar la superficie desinfectada hasta que no esté completamente seca. Y, además, hay que tener en cuenta que la desinfección no dura más de 24 horas, por lo que cada día habrá que repetir las tareas de limpieza.